domingo, 27 de septiembre de 2009

Marrakech - Zocos

Seguimos con las entregas de Marrakech.

Hoy le toca el turno a los zocos, uno de los principales atractivos de la ciudad y donde en mi opinión se concentra lo más "genuino", la auténtica esencia de sus gentes.

En general todos los puestos o tiendas están en calles bastante estrechas, poco iluminadas y sin embargo muy transitadas. El problema no es la gente a pie, si no la cantidad de motos, burros, bicis y demás que pasan casi de contínuo. No supone gran peligro ya que pitan mucho para avisarte de que "estorbas", pero conviene ir atentos.

Así son los "techos" en casi todas las callejuelas. No es gran cosa pero al menos protegen bastante. del sol y la lluvia.


Allí se vende practicamente de todo. Normalmente cada tienda está especializada en algo concreto, así como las tiendas se agrupan por zonas según lo que vendan. Está el zoco del cuero, de artesanos, madera, ropa, comida...



También hay puestos en plazas más abiertas. Bolsos, vasos de te, gorros, figuras de madera, de metal, alfombras... Y si no vemos algo sólo tenemos que preguntar, ellos se encargan de ir de un sitio a otro para poder ofrecerte lo que buscas.



Lo peor es sin duda el regateo. En cuanto practicas un poco termina resultando sencillo, pero al final llega a resultar cansado jeje. Normalmente en cuanto que al ir paseando ven que te fijas en algún objeto te atacan sin piedad. Si realmente se está interesado en algo (les sienta muy mal que les regatees para no comprar nada), empieza el juego: el te dice cuánto vale, normalmente una cifra totalmente desproporcionada; Creo que todo lo que hemos comprado ha sido por bastante menos de la mitad del precio que el vendedor ofrecía inicialmente. Normalmente el tira y afloja consiste en irse de la tienda con cara de que ya no te interesa y que el vendedor salga detrás tuyo para que le des un último precio.

En una de las tiendas, dimos con un tipo bastante interesante, el cual nos cayó bien y al cual también parece que le caímos bien. Compramos unos pinchos típicos hechos con madera de cedro y un dominó hecho a mano, bastante chulo. Después de charlar un rato y demás, nos llevó a la casa-tienda de un amigo para que viéramos cómo teñían algunas pieles, seda, lana, etc. Dentro de la "casa" subimos unas escaleras para llegar a un segundo piso donde se podía ver casi toda la ciudad desde lo alto. Sorprendía ver que desde el aire, la zona de los zocos daba una imágen de pobreza y abandono total.


Desde allí pudimos ver las pieles y lanas ya teñidas, tendidas para secarse por completo.




La verdad es que este hombre también fue muy amable. Nos estuvo enseñando cómo utilizaban los tintes y el efecto que producía mezclar unos con otros, hablamos un poco de costumbres de por allí y aprovechamos para comprarle un par de pañuelos de seda, a un precio de risa que luego casi nos dió un poco de remordimiento el haber apretado tanto.

Espero no haberos aburrido y de momento esto es todo por hoy. A ver si esta semana tengo tiempo de poner algún "capítulo" más.

martes, 22 de septiembre de 2009

Marrakech - Toma de contacto

¡Por fin vuelvo a poner algo por aquí!

La verdad es que ha sido un verano de bastante trabajo y de no parar, así que ha habido poco tiempo para fotos. Por suerte, en estos días de vacaciones en septiembre ha dado tiempo a hacer algunas cosillas, que por supuesto os traigo lo más rápido que puedo.

Hoy vamos a empezar por la llegada a Marrakech, donde pasamos unos días a primeros de mes. La verdad es que hemos vuelto encantados con la ciudad. Para mi gusto no tiene una belleza espectacular en lo referente a arquitectura o monumentos, pero sin embargo tiene un encanto especial y mucha mucha esencia, lo cual resulta complicado de transmitir mediante fotos.

El primer día fue simplemente una toma de contacto. Ya atardeciendo bajamos desde el hotel hasta la Plaza de Jemaa el Fna, centro neurálgico de la ciudad.


Esta plaza se transforma completamente del día a la noche. Por el día la ocupan los encantadores de serpientes, algunos hombres con monos como atracción a los turistas, etc... Por la noche sin embargo se llena de puestos de comida donde cenar algo auténtico y por cuatro duros.

Curioseando un poco por las calles a las que daba acceso la plaza ya pudimos acercarnos a algunos zocos, aunque fue simplemente de paso ya que las "compras" las dejaríamos para otro día que no fuera tan de noche.



Abundaban también los puestos con infinidad de dulces.


Tomando una Coca Cola en el Café Glacier, uno de los "bares" turísticos y más famosos, teníamos estas vistas de la plaza desde la terraza.


Pero no penséis que no nos atrevimos con uno de los sitios auténticos. Después de que nos abordaran cuarenta veces, elegimos uno de los puestos para cenar lo que ellos llaman un menú degustación. No llego a acordarme la cantidad de platos que nos pusieron: ensaladas, cous-cous, pinchos de pollo, cordero, pescado, gambas, calamares, en fin... En total salimos a unos 20€ al cambio por cenar dos personas; increíble, y sobró comida por todas partes.

Esta era la "carta".


Y para terminar por hoy, un detalle de los pinchos variados.


En cuanto pueda pasaré al siguiente día, jornada de zocos y de seguir descubriendo peculiaridades.

Espero no tardar mucho y que os haya gustado este aperitivo.