Ya el segundo día, amanecimos bastante pronto entre el cambio horario y lo pronto que nos habíamos acostado el día anterior, así que bajamos a desayunar y luego nos fuimos a comprar alguna cosilla a Sotkamo, el pueblo "grande" más cercano que teníamos. Allí ya encontramos varios supermercados y gasolineras, que curiosamente es lo único que abunda en los pueblecillos allí. Resulta extraño que nadie atienda en las gasolineras, pero así es: es autoservicio total y encima no sirven las tarjetas no validadas por un banco finés, con lo cual es complicado llenar el depósito a base de billetes. Los supermercados son muy similares a los de aquí, aunque en la mayoría venden tabaco y prensa. Incluso vimos varios LIDL en distintos sitios.
En las afueras del pueblo nos encontramos con esta bonita iglesia para ir tomando contacto con la arquitectura finlandesa. Además la rodeaba un cementerio que no logramos adivinar a quién acogía.
Después fuimos hacia Vuokatti, el pueblecito al que pertenecía el complejo de apartamentos en el que estábamos y estuvimos dando una vuelta por la estación de tren, que por cierto estaba cerrada; me imagino que solo la abrirán un rato antes del paso del tren. Además junto a las vías estaban talando árboles y apilándolos para transportarlos. De esto añadiré en la galería alguna fotillo más de las que pongo ahora.
Estas vacas pintas nos las encontramos circulando por las carreteras-caminos entre los pueblecillos de alrededor.
Ya por la tarde visitamos Kajaani, la ciudad más importante de la zona y en la que se encuentra el aeropuerto al que llegamos.
Allí nos encontramos con las ruinas de este castillo, que fue destruído por los rusos sobre el año 1700.
También visitamos la iglesia de la ciudad, rodeada por un cementerio de víctimas de la Segunda Guerra Mundial, o al menos eso entendimos al estar las tumbas colocadas por órden cronológico desde 1939 hasta 1945...
Una ardilla que intentaba que no la sacáramos fotos en los alrededores de la iglesia.
Curioso edificio con el techo de metal. En directo el reflejo quedaba aún más extraño.
De vuelta al apartamento estuvimos viendo las vistas del lago que quedaba a unos 300m de la puerta. Ya se había puesto el sol y había un cielo precioso.
Y eso es todo. Para el siguiente día nos esperaba una visita a los renos y al Parque Nacional de Koli.
3 comentarios:
Muy descriptivas pero estoy esperando los FOTONES.
La de la ardilla mola, lástima que le falte un pelín de foco.
Venga maestro!
Bonito viaje, bonitas fotos, buen blog, Saludos
Muy chulas!! Me encanta ese tejado metálico con ese cielo plomizo.
Publicar un comentario